La ventana: septiembre 2008
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    Un paseo por Londres y Cambridge

    Big Ben

    Estas fotografías están sacadas por mí. No he subido las que salgo yo, sino simplemente las más paisajísticas. Simplemente tenéis que hacer click en la foto del Big Ben para verlas. ¡Espero que las disfrutéis!

    Además, si queréis ver las fotos del viaje a Londres y a Cambridge en modo diapositiva pincha aquí.

    Faro.


    Ya son tantas primaveras que pasaron
    desde que te conocí, que mi tiempo
    en abril ya se ha estancado. 
    Llueve en mí sobre mojado...
    sin cesar la tempestad.
    Y aquí sigo, yo en mi nave.

    Y a más riesgo de morir,
    en tus ojos continúa esa luz suave
    que ciertamente sobra a tu corazón,
    y precisamente siento que me falta.
    Como el faro, yo no quiero se apague, 
    ni te olvides ya de mí.
    ¿Pues que haría ahora sin ti,
    me ahogaría en el pasado?

    Ni mis ansias por vivir, ni mi recuerdo sesgado
    podrían sustituirte. Ni sería tan feliz.

    Y es que se mueren mis ganas 
    si ya no te encuentro ahí...
    cada noche, a la luz de tu mirada.
    Como faro, yo no quiero que se apague, 
    ni te olvides ya de mí. 

    Sin título.


    Cerré a cal y canto las ventanas, por el viento. Pero nunca descuidé dejar el paso al sol,
    pues sus rayos son la cura a mis sentimientos obscuros y fugitivos de todo atisbo de luminosidad.


    Ya me pierdo con tu piel y mis quehaceres,
    que me olvido del lugar que juramos no olvidar.
    Reconozco que me cuesta, tanto,
    que hasta el cielo pone de su parte
    mitigando mi condena por perderte...
    ... y dibuja su camino en las estrellas,
    y lo empiezo a recordar.

    Ya mi alma no acaricia un corazón desnudo,
    sino lleno de recuerdos y promesas,
    como es tu corazón.

    Los recuerdos que juramos no tenerlos,
    y, sin embargo, tuvimos.

    las promesas que juramos no cumplirlas
    y sin embargo cumplimos...
    Al menos en nuestros sueños
    se convierten en realidad.

    Te confieso que aunque mire
    no me canso de mirarte,
    porque siempre tienes algo diferente...
    Reconozco que no eludo
    esa forma que tenías de lograr
    sonsacarme una sonrisa.
    Ni siquiera se me borra de mi mente.
    Ni quisiera que se borrara jamás.

    Es mi forma de quererte,
    y, tal vez, mi razón de amar.