La ventana: enero 2009
    follow me on Twitter

    Deseo

    deseo.(Del lat. desidĭum). 1. m. Movimiento afectivo hacia algo que se apetece. 2. m. Acción y efecto de desear. 3. m. Objeto de deseo. 4. m. Impulso, excitación venérea. arder en ~s de algo.1. loc. verb. Anhelarlo con vehemencia.


    Ojalá que mis palabras marquen tu piel
    de una forma tan secreta
    como me besan tus manos.

    Espero que me perdones,
    pero quiero demostrarte que te quiero.
    Aunque esto se me antoja como un proyecto
    inalcanzable, de palabras irreales de un sueño
    que nunca llegará a hacerse realidad.

    Pero ardo en el deseo de quererte,
    porque mis ojos ya no cesan
    de observarte con vehemencia
    desde que conoció a los tuyos.

    Lo que existe más allá de tus pupilas
    te hace ser tan diferente
    del resto de las personas
    que mueve mi deseo por vivir...
    Y si puede ser, a tu lado.

    ¿Por qué se afana mi mente
    en ganarle al corazón
    en esta lucha sin sentido
    desde que estás tu presente?

    No dejo de ser consciente
    más no sé lo que me pasa
    cada vez que estoy contigo.

    La sonrisa se me antoja
    como mi mejor forma de agradecerte
    el tiempo que me dedicas.
    Por eso no dejo de sonreírte
    cuando estoy cerca de ti.

    Más allá de mi forma de sentirte
    está el deseo de esperarte,
    como esperé desde la primera vez.

    (Necesito más hojas en mi calendario
    para poder arrancarlas.)

    Aún todavía deseo a tus caricias;
    y que se transformen en latidos,
    tan necesarios para mi vida
    como esta felicidad que me invade.

    Estoy feliz, ¿y tú?
    El pálpito, que es mi deseo,
    hace sentirme vivo.



    Telegrama.


    La Realidad es aquello que,
    incluso aunque dejes de creer en ello,
    sigue existiendo y no desaparece.

    Philip K. Dick


    [...]

    No me pidas que me marche de tus sueños,
    cuando allí jamás estuve, ni nunca los conocí.

    Ni tampoco que te espere en el silencio,
    cuando sabes que mi cuerpo
    nunca cesa de gritar que te desea.

    El esfuerzo de borrarte de mi mente
    es un lujo que no puede permitirse
    ahora mismo mi autoestima.

    No compongo estos versos para ti,
    porque tú no necesitas como yo esta poesía.

    Mi perfil más egoísta solo escribe para mí,
    pues indujo a mi lado generoso al suicido.
    Y con él se me esfumó toda forma de quererte,
    toda forma de pensar que me querías,
    además del pedazo de pasión que reservaba,
    esperando regalártelo algún día.

    Ese día que, por cierto, no ha llegado.

    [...]

    Hasta amarte sin mesura.


    Hoy no quiero otra cosa que ofrecer
    a tu mirada la mejor de mis sonrisas.
    Solamente una sola, pero la mejor.
    Tarde o temprano, lento o deprisa,
    alcanzaré con ella lo profundo de tu ser...

    Abriré tu corazón y muy dentro guardaré
    mis más profundos sentimientos...
    Abrazaré a tu pasión de modo suave,
    respirando ese olor acafeinado que rezuma
    tantas veces cada uno de los poros de tu piel...
    Excitando poco a poco a mi cordura...

    Sé que sobran las palabras que te digo.
    Imagina ahora todo lo que nunca te diría.
    No lo hagas si rehuyes la locura.

    Mas por eso te dedico la mejor de mis sonrisas.
    Esperando con anhelo que comprendas
    Solamente lo que más necesito decirte.
    Una cosa simplemente: no te olvido.
    Reconozco que quisiera entregar
    a tu mirada cada una de las partes de mi vida,

    (último verso atrapado en el acróstico)