La ventana: septiembre 2010
    follow me on Twitter

    Carta de un psicópata.

    Querida amada:  

    Irascible medicina deleznable
    que sofocas mis crueles intenciones,
    aun tranquilas ellas son tan excitables
    pues de ellas surgen todas mis pasiones,
    y también mis desengaños... ¡Soy culpable!...
    de tus labios ensangrados y adorables.
    ¡Responsable!... de tu dicha y tu fortuna. 
    Una mueca de tormento miserable 
    poco a poco, lentamente, me tortura.
    El orgullo me hace ciego inevitable 
    cuando pienso que te trato sin mesura,
    mas lo cierto es que eres adorable.
    Y si tuve que matarte con premura
    sea mi carta una prueba irrefutable 
    de mis actos, y un expío ineluctable 
    de mi alma. Con ternura, 

    Tu fanático asesino.


    Tenerte como centro de mi vida.

     
    No duermo sin olvidarte,
    mas si te olvido, no duermo.

    Y me levanto pensando 
    cómo guardar el secreto 
    que me supone adorarte. 

    Es que el arca de mis sueños 
    ya se ha colmado de ti, 
    con recuerdos inventados
    que mi mente fue creando.

    Paraísos diseñados
    con retales de revistas 
    y relatos que ni quieren existir.

    Pues si fueran realidad,
    hoy mi mundo acabaría 
    en un beso de tus labios...

    ... aunque es pronto para hablar de atardeceres
    cuando hoy ni siquiera ha empezado a amanecer.