deseo.(Del lat. desidĭum). 1. m. Movimiento afectivo hacia algo que se apetece. 2. m. Acción y efecto de desear. 3. m. Objeto de deseo. 4. m. Impulso, excitación venérea. arder en ~s de algo.1. loc. verb. Anhelarlo con vehemencia.
Ojalá que mis palabras marquen tu piel
de una forma tan secreta
como me besan tus manos.
Espero que me perdones,
pero quiero demostrarte que te quiero.
Aunque esto se me antoja como un proyecto
inalcanzable, de palabras irreales de un sueño
que nunca llegará a hacerse realidad.
Pero ardo en el deseo de quererte,
porque mis ojos ya no cesan
de observarte con vehemencia
desde que conoció a los tuyos.
Lo que existe más allá de tus pupilas
te hace ser tan diferente
del resto de las personas
que mueve mi deseo por vivir...
Y si puede ser, a tu lado.
¿Por qué se afana mi mente
en ganarle al corazón
en esta lucha sin sentido
desde que estás tu presente?
No dejo de ser consciente
más no sé lo que me pasa
cada vez que estoy contigo.
La sonrisa se me antoja
como mi mejor forma de agradecerte
el tiempo que me dedicas.
Por eso no dejo de sonreírte
cuando estoy cerca de ti.
Más allá de mi forma de sentirte
está el deseo de esperarte,
como esperé desde la primera vez.
(Necesito más hojas en mi calendario
para poder arrancarlas.)
Aún todavía deseo a tus caricias;
y que se transformen en latidos,
tan necesarios para mi vida
como esta felicidad que me invade.
Estoy feliz, ¿y tú?
El pálpito, que es mi deseo,
hace sentirme vivo.
de una forma tan secreta
como me besan tus manos.
Espero que me perdones,
pero quiero demostrarte que te quiero.
Aunque esto se me antoja como un proyecto
inalcanzable, de palabras irreales de un sueño
que nunca llegará a hacerse realidad.
Pero ardo en el deseo de quererte,
porque mis ojos ya no cesan
de observarte con vehemencia
desde que conoció a los tuyos.
Lo que existe más allá de tus pupilas
te hace ser tan diferente
del resto de las personas
que mueve mi deseo por vivir...
Y si puede ser, a tu lado.
¿Por qué se afana mi mente
en ganarle al corazón
en esta lucha sin sentido
desde que estás tu presente?
No dejo de ser consciente
más no sé lo que me pasa
cada vez que estoy contigo.
La sonrisa se me antoja
como mi mejor forma de agradecerte
el tiempo que me dedicas.
Por eso no dejo de sonreírte
cuando estoy cerca de ti.
Más allá de mi forma de sentirte
está el deseo de esperarte,
como esperé desde la primera vez.
(Necesito más hojas en mi calendario
para poder arrancarlas.)
Aún todavía deseo a tus caricias;
y que se transformen en latidos,
tan necesarios para mi vida
como esta felicidad que me invade.
Estoy feliz, ¿y tú?
El pálpito, que es mi deseo,
hace sentirme vivo.
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