La ventana: 2009
    follow me on Twitter

    Frágil status quo.




    No amanecen las mañanas en tu ausencia,
    ni se apaga ese foco vespertino
    que a veces llamamos sol, a veces esperanza.

    No se rompen los suspiros cristalinos
    que descansan en la calma de los lagos,
    ni se funden mis antojos e ideales con tu sino.

    Todo el pulso que rodea mi existencia.
    se somete a un estado de paciencia
    camuflada de tranquila, disfrazada de cordero.

    Mientras yo, exaspero a mi deseo
    con promesas de que hoy sí volverás,
    aunque sea con el fin de despedirte.

    Desde entonces faltan horas
    que contar en mi reloj, sobra el tiempo
    que separara a tu presencia de la mía.

    Y por eso mis palabras, como gotas
    de una lluvia que ni empieza ni termina,
    se desprenden del cielo de mi deseo,
    precipitan en mi solitaria vida
    y se estrellan con la cruda realidad
    de que hoy, todavía faltas tú.

    La llama.



    Consecuencias del amor.




    Mentiría si atrapara con mis manos
    la armonía más perfecta
    que pudiera contemplarse,
    pues no puedo arrebatarte
    ni tus ojos, ni esa forma
    tan intensa de mirarme.

    Robarían si pudieran mis oídos
    el sonido más humano
    que tu boca desprendiera,
    pero no pueden llevarse
    ni tus suspiros si quiera,
    porque no les pertenecen.

    Mas por eso te imagino
    y se rompen mis esquemas
    cada noche, entre mis sueños.

    Pues la vida no merece
    ni la pena que yo sufro,
    ni la pena que tu sientes
    por raptarte mentalmente
    del lugar donde resides;
    y llevarte de repente
    a un lugar desconocido;
    y besarte lentamente
    hasta ahogar a mis sentidos.

    Amor matemático.



      
    Nuestro amor matemático,
    se resuelve en ecuación:
    sin querer, cálculo errático,
    la X dio "mi corazón". 


    Sumando nuestra amistad,
    restando las asperezas,
    al cubo elevada está
    mi atracción por tu entereza.


    Multiplico tu belleza
    con tu bondad cuadrada,
    divido "- franqueza"
    y la integro en mi arrogancia.


    Nuestro amor matemático,
    se resuelve en ecuación:
    sin querer, cálculo errático,
    la Y dio "tu corazón". 


    Combino mi desparpajo
    fraccionado en cuatro partes:
    tres cuartos para tu cuerpo
    y un "cuarto" para tu "arte".


    Ahora todo se iguala:
    despejamos variables,
    (X + Y) señala
    nuestro amor incalculable.

      


    (Revisión del original)

    730 días.




                        Si volviera a mi memoria del revés,  
                        estaría hoy tan lejos como a uno de tus pasos,
                        tras un muro de palabras desmedidas.
                        En tal día como aquel se convertía
                        cada sueño en un cruce de intenciones.
                        Ilusión tras ilusión, pude sentirte
                        en lo más lejano de mi alma.
                        Nadie más entendería este universo
                        tras las puertas de mi corazón.
                        Obediente sensación fue desearte
                        solamente aquí, junto a mi lado.

                        Todavía mis sentidos se rebelan contra mí,
                        Rebujándome el recuerdo con ese amor
                        enfundado en un trozo de cristal
                        intemporal, que se clavó en mi piel.
                        No sólo sentí dolor, sino que lo deseaba.
                        Todavía está marcada de suspiros
                        aquella cicatriz que el destino suturó.

                        Del rescoldo del fuego con que jugamos
                        incendiamos nuestras vidas de pasión.
                        Aunque pronto esa lumbre se apagó, y tras ella
                        se marcharon cada uno de mis días junto a ti.

     

    Rosa.

    Duerme la rosa en su espera, 
    esperando ser llamada
    por la nueva primavera.

    Crece en su cuerpo la espina,
    y en su piel tan delicada
    su fiereza se adivina.

    Nadie perturba su calma
    pues no quieren marchitar
    la pureza de su alma.

    Y mientras rosa dormida,
    permaneces con Morfeo
    esperando tu salida.

    Castillo de naipes.




    Cuando el muro de unos brazos se derrumba,
    cuando el habla del recuerdo reverbera
    en tu cabeza como un silencio roto.
    Cuando tus ojos se desprenden de ideales
    mas se llenan de esperanza por vivir,
    no hay pasado, ni presente, ni futuro
    en tu memoria, salvo tú. Nadie más.

    Siente el viento que se choca con tu cara
    como gotas de rocío sobre el mar.
    Siente el sol como lo sienten las hojas
    en otoño, pues conscientes de su fin,
    no tienen miedo a morir, porque vivieron.

    Construye tu paraíso sobre el sustrato del suelo,
    porque el cielo ya está lleno de personas
    que sueñan poder tocarlo, mas no pueden alcanzar.
    Y sueña con tu palabra, cree en ti, confía en ti.
    Solo así descubrirás que la vida no está escrita,
    que la tienes que escribir con emociones,
    con momentos de alegría, y con pulsos del sufrir.


    A las luces de un nocturno de Chopin (nº2 Op. 9.2 en Eb)



    En lo abrupto de mi oscura soledad,
    echando en falta tus huesos,
    mi deseo se emociona con pensarte,
    como preso con la libertad.

    En lo amargo de mi dulce corazón
    se disuelven mis razones por tenerte,
    y mis manos, entre mil notas de amor
    lloran versos tan aviesos como inertes.

     

    Bosquejo de mi alma reflejada en tus ojos.




    Al vacío de tus pasos,
    encuentro mi camino.
    Mi vida, junto a la tuya,
    mi piel, junto a tu sino.

    Nuestro rumbo,
    tan certero, tan perdido
    por el mundo
    va creando poco a poco
    cada uno de mis días.
    Va matando lentamente
    a toda melancolía
    que cultivé en tu ausencia,
    en un hueco de mi mente.

    Nuestro ritmo
    va marcando cada hora
    mil sonatas diferentes,
    mil recuerdos tan ausentes
    que ya ahora ni recuerdo.

    El sentido de mi vida
    es tenerte a mi lado.
    Sentirme tan inocente
    como cuando cometí
    el pecado de encontrarte
    de repente, de tenerte
    entre mis brazos.
    De sentir tu ignota piel
    sobre la mía,
    jamás nunca conocida,
    aquella primera vez.

    Mas tu mirada robada
    por las ansias de mis ojos
    incansables de mirarte,
    todavía se conserva
    en las arterias y venas
    de mi mustio corazón.

    Soy vampiro de tu sangre,
    y esclavo de tus luceros,
    aunque me cueste admitirlo.
    Porque amor es egoísmo,
    y el egoísmo es ciego.

    Mas por eso no te digo
    muchas veces que te quiero, 
    porque sé que tú lo sabes,
    sino que te necesito.



    El amor no entiende de emociones, las inventa.





    He soñado con la vida que tú sientes, 
    he vivido cada vida que he soñado. 
    Y he sacado de tus ojos inocentes 
    este mundo que en mi mente se ha creado.


    He bebido  las palabras de tu boca 
    hasta perder la conciencia, y tu lado. 
    Y en la oscura soledad de mi existencia 
    reconozco que siempre te he deseado.


    Ni siquiera mi cuerpo ya se resiente
    de la marca que tu vida me ha dejado. 
    Y no creas a mi alma, porque miente, 
    pensando que no tenerte es creer 
    que te ha olvidado...

    Haikus II. Las 4 estaciones.

    Primavera.
    Pétalos rojos.
    Tallos verde turquesa.
    Sustrato oscuro.


    Verano
    Sinuosas rectas.
    Fraguadas al vivo sol.
    Rastro de luna.





    Otoño.
    Brota el negro,
    Crece con la claridad,
    Dorada paz.


    Invierno.
    Rompe el silencio.
    Todo se hace ruido,
    Salvo su calma.

    Siento que sigo vivo.


    "...El espejo de tus labios
    tiñe de rojo el color
    de una vida sin sabor
    que me sirve de escenario...

    No es que sea esta forma
    mi manera de quererte,
    es el modo de sentir
    que no salgo de la inopia
    de este mundo que creamos.

    Y que sepas, vida mía, solo así,
    sentiré que sigo vivo...
    que te amo...

    ...mientras duren tus abrazos
    en los poros de mi piel.

    ...mientras valga cada trazo
    que pintaste en mi tiempo,
    sin que esté aún terminada
    esta obra que empezamos.

    Te prometo, vida mía, rasgaré
    cada letra que te escribo
    si no te contagia el latido
    que dicta mi corazón."


    Destino, por Salvador Dalí y Walt Disney.



    En 1946 Walt Disney encargó a Salvador Dalí la realización de un cortometraje animado de seis minutos de duración titulado Destino, basado en la canción homónima de Armando Domínguez.


    El proyecto del que sólo llegaron a rodarse 20 segundos de prueba no cuajó, hasta que Roy Disney y el productor Baker Bloodworth decidieron en 2003 sacarlo adelante, partiendo de los bocetos e instrucciones que había dejado Dalí.


    Retales de un pensamiento.


    Se rompió la voz dormida
    que vive dentro de mí,
    porque sueña con la vida
    paralela, que te espera,
    en el mundo del recuerdo.

    De mi boca sólo sale
    una palabra, tu nombre.
    Y mis ojos se convierten
    en espejo de los tuyos,
    porque sólo te veo a ti
    cada vez que tú me miras.

    En mi mente todo vale,
    pero nada es más valioso que tú.

    Mis manos te intentan atrapar,
    y mis brazos envolver.
    Nadie hace caso a la mente
    cuando habla el corazón.

    Y mi cuerpo se fusiona
    con el viento de tus formas,
    vaporosas como un lazo de papel,
    delicadas como un diente de león.
    Tan frágil que se deshace
    en millones de pedazos
    si se estira más allá
    de lo imposible.

    Tan frágil que te deshaces
    en millones de pedazos
    si te abrazo más allá
    de lo sutil, más allá
    de mis abrazos.

    Tu recuerdo se evapora
    como gota de agua fresca
    que se choca de improviso
    con el fuego de mis labios.

    Pero siento, más allá
    de todo esto que sucede,
    que nunca él se ha marchado.
    Tu recuerdo y tu presencia,
    se fusiona con el aire
    que respiro cada día.

    Mea culpa.


    ¿Me perdonas por no hablarte,
    por no saber escucharte
    ni inventar otro motivo
    para intentar olvidarte?
    ¿Me perdonas?

    Porque aun corre en mi sangre
    parte de la tuya,
    que se mezcla con mi mente
    y me hace verte,
    más allá de la ficción.

    Porque repito tus palabras
    extraídas del recuerdo,
    hasta hacerlas sólo mías.

    Porque mi amor es egoísta,
    y el egoísmo es negro.

    Por eso mis letras te hablan
    de la noche, de la soledad,
    huérfana de luz y calma,
    huérfana de ti.

    Perdóname por pensar
    en tus ojos más allá de su color,
    hasta hacerlos mi esperanza.

    Y por cantar al futuro,
    con vivencias del pasado,
    sin pensar en mi presente.

    Perdóname porque soy yo,
    porque sigo siendo yo,
    porque te _ _ _ _.
    Y todavía me faltan
    las agallas necesarias
    para poder decírtelo
    cara a cara, frente a frente.


    Trampantojo.








    En el mundo del silencio
    el ruido se hace rey,
    porque su voz se mantiene
    más allá de la sorpresa.

    En mi mundo de los sueños,
    tu presencia se hace ley
    que esclaviza a mi razón.

    El deseo, mi deseo,
    se hace aliado de tu boca.
    Y por eso sólo piensa
    en la forma de escapar
    de esta fría realidad,
    para poder encontrarte...

    Bajo el crepúsculo estás,
    entre ambas dimensiones,
    entre tu vida y la mía.

    Y mis ojos ya se cierran,
    y mi alma ya se duerme
    esperándote encontrar
    más allá de lo esperado.

    Y siempre allí te encuentro,
    aunque allí también te pierdo.

    Y es que el mundo cautivado
    por las fases de tus ojos
    (que hoy están en luna llena)
    solo dura el tiempo exacto
    para que no sea eterno.

    El crepúsculo ha cesado,
    me despiertan mis lamentos.

    Y la hoja de la espada
    que forjamos esta noche
    con golpes de gran pasión,
    y el fuego de nuestro roce,
    ha matado al onanismo
    que en mi mente continuaba
    después de aquel encuentro.

    Fue tan intensa la noche
    tan intensa, que quemaba.
    Y su calor desecaba
    cada una de mis lágrimas,
    tan mojadas de inocencia,
    hasta quedarse en pitañas.


    Soul


    El comienzo de una vida, de repente,
    se termina como todo ha comenzado,
    siendo nada, nada es muerte.

    Pues en tierra nuestro cuerpo
    convertimos con los años,
    mas del polvo salvaré nuestro recuerdo,
    como siempre, como antaño:

    Esa parte de sonrisa que nunca
    llegué a ofrecerte, la guardaré;
    para nunca, para siempre.

    Esa parte de mis besos
    que se encontraban ausentes
    a las puertas de tu boca,
    como antes, inocentes
    de ilusiones, conservaré.

    Ni jamás quiero perder
    ese guiño que tus manos
    han regalado a mi piel,
    cada vez que tú me tocas.

    Y si mi vida se pierde,
    amor mío te diré,
    que perdida está.

    Mas con ella, no lo dudes,
    eternamente llevaré
    a una parte de tu alma,
    que no es poca, de amuleto.

    Y aunque vague etéreamente
    por el mundo que he dejado,
    junto a mí, constantemente,
    como antes, como siempre,
    estarás justo a mi lado.

    Prófugo amor.




    Cada uno de mis dedos
    en la silueta de tu cuello,
    pensando que son las perlas
    del collar que te mereces.
    Y te aprietan suavemente,
    y se ahogan en tu piel
    como naúfragos cautivos
    que de una isla desierta
    no sabrían escapar.

    Capturada entre mis manos
    se hallan tus emociones.
    Y mi oído se cerciora
    de atrapar a las palabras,
    malheridas de placer,
    que se fugan de tu boca,
    tan ardientes que se queman
    con su propia libertad.

    Ya mis ojos no te miran,
    mas no dejan de observar
    a tu mirada, que devora
    hasta el alma más reacia
    a enamorarse alguna vez.

    Mientras tanto, lentamente,
    van mis brazos recorriendo
    por debajo de tus hombros
    el camino de tu piel,
    cada uno por su lado,
    deseándose encontrar
    al abismo de tu espalda,
    y abrazarte fuertemente.

    Este mío, prófugo amor,
    que te ama más que yo,
    pretende ahogarte.
    Y con él ahogar mis ganas
    de soñar, día tras día,
    con la misma estupidez,
    prófugo amor, de cautivarte.

    Haiku I.


    El haiku (俳句), derivado del haikai,
    consiste en un poema breve de tres versos de cinco, siete y cinco
    sílabas respectivamente.
    Es una de las formas de poesía tradicional japonesa más extendidas.
    Fuente: Wikipedia


    ᚒ ᚒ ᚒ ᚒ ᚒ





    Ola de mar.
    Choca con la roca.
    Desaparece.


    ᚒ ᚒ ᚒ ᚒ ᚒ


    Crisis mundial.... Desde otra perspectiva (Gabriel García Márquez)

    Otra asertiva obra de este escritor latinoamericano: Gabriel García Márquez

    Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora mayor que tiene dos hijos, uno de 19 y una hija de 14.
    Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde:
    ‘No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo’.

    El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice:
    ‘Te apuesto un peso a que no la haces’. Todos se ríen. Él se ríe.
    Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla,
    Y él contesta:
    ‘es cierto, pero me he quedado preocupado de una cosa que me dijo mi madre esta mañana
    sobre algo grave que va a suceder a este pueblo’.

    Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mama, feliz con su peso y le dice :
    Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto.
    ¿Y por qué es un tonto?,
    Porque no pudo hacer una carambola sencillísima, según él preocupado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo.

    Y su madre le dice:
    No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen.

    Una pariente que estaba oyendo esto y va a comprar carne y le dice al carnicero:
    ‘Deme un kilo de carne’, y en el momento que la está cortando, le dice:
    Mejor córteme dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado’.

    El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar un kilo de
    carne, le dice:
    ‘mejor lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar, y se están preparando y comprando cosas’.
    Entonces la vieja responde:
    ‘Tengo varios hijos, mejor deme cuatro kilos…’
    Se lleva los cuatro kilos, y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata a otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor.

    Llega el momento en que todo el mundo en el pueblo, está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto a las dos de la tarde.

    Alguien dice:
    ¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo?
    ¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor!
    Sin embargo, dice uno, a esta hora nunca ha hecho tanto calor.
    Pero a las dos de la tarde es cuando hace más calor.
    Sí, pero no tanto calor como hoy.

    Al pueblo todos alerta, y a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz:
    ‘Hay un pajarito en la plaza’. Y viene todo el mundo espantado a ver el pajarito.
    Pero señores, dice uno siempre ha habido pajaritos que bajan aquí.
    Sí, pero nunca a esta hora.

    Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo.
    Yo sí soy muy macho, grita uno. Yo me voy.
    Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde todo el pueblo lo ve.
    Hasta que todos dicen:
    ‘Si éste se atreve, pues nosotros también nos vamos’.
    Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo.

    Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice:
    ‘Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa’, y entonces la incendia y otros incendian también sus casas.

    Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio
    de ellos va la señora que tuvo el presagio, le dice a su hijo que está a su lado:
    ¿Viste m’hijo, que algo muy grave iba a suceder en este pueblo?

    Esto es lo que en sociología llaman “la profecía autocumplida” o “el efecto Pigmalión”.

    Por eso:
    · No hagas caso del rumor.
    · No seas un instrumento para crear el caos.
    · Lo negativo atrae a lo negativo
    · Sé POSITIVO.
    · Tratemos de construir con visión de futuro y no de destruir lo que tenemos.

    “SI SEGUIMOS HABLANDO Y PENSANDO EN LA CRISIS, INDUDABLEMENTE ÉSTA SE HARÁ MÁS FUERTE". PENSEMOS POSITIVAMENTE Y TRATEMOS DE MANTENER NUESTRAS MENTES SIEMPRE POSITIVAS, SI HEMOS LOGRADO SOBREVIVIR MUCHAS CATÁSTROFES Y HEMOS SALIDO SIEMPRE ADELANTE, POR QUÉ ESTRESARNOS AHORA.

    Te amaré


    Te amaré eternamente,
    eternamente te amaré.
    En todas partes, donde estés,
    donde esté yo,
    y donde estará mi sombra
    perfilando el camino que he pisado.


    Te amaré como amo aquel lugar
    desconocido donde deseo perderme.

    Te amaré con tanta fuerza,
    con tanta fuerza te amaré
    como mis ojos puedan llorar
    a cada sonrisa tuya, robada
    y guardada en mi recuerdo.

    Te amaré constantemente,
    constatemente te amaré.
    Te amaré con la frecuencia
    con la que mis pupilas miran
    hacia las estrellas, buscándote,
    buscando el reflejo del mar
    que reside en tus ojos.

    Te amaré continuamente,
    continuamente te amo
    como sigo caminando
    hacia mi destino,
    que, sin embargo, se antoja
    tan lejano como paralelo al tuyo.
    Aún siento que queda camino,
    un horizonte inhumano
    que me queda por andar
    (y motivos suficientes
    para seguir amándote
    paso a paso, poco a poco.)

    Te amaré hasta perderte,
    hasta perderte te amaré,
    por eso nunca, jamás nunca,
    podré dejar de amarte.

    Estrellas rotas


    Mientras piensas con el cielo,
    mi corazón se endurece,
    poco a poco, lentamente.

    Mas la piedra que reparte
    a la sangre por mi cuerpo,
    se convierte en instrumento
    necesario para amarte,
    lentamente, para siempre;
    para alcanzar a mis sueños.

    Anoche salí a buscarte
    junto al eterno tiempo.
    Más allá del firmamento,
    donde las luces no invitan
    a dormir, sino a soñar,
    contemplarlas en silencio.

    Anoche arrojé la piedra
    al eterno sufrimiento
    que me ocasiona la noche.
    Las estrellas lamentaron
    mi forma de contemplarlas,
    se quebraron en mil trozos
    que caían desde el cielo
    como lágrimas de cera:
    con el calor se funden
    y con el frío se hielan.

    Si te digo que en su estela
    pude ver a tus dos ojos
    expresando la manera
    de decirme lo que piensas...
    y quizás no me creyeras,
    ni mi mente a mí tampoco,
    pero es cierto. Te soñé.

    Todavía necesito más estrellas
    que romper. Por si en alguna
    encerraste la solución
    al mensaje que mis labios
    no saben interpretar,
    pero que un día enviaste
    a mi frágil corazón.

    (Continuará...)


    Estrellas rotas (continuación).


    Hoy el cielo se ha apagado.
    No hay estrellas que romper.

    Pero el suelo se ilumina
    con estelar polvareda,
    otorgando a este ambiente
    un toque tan sideral
    como el tacto de tu piel,
    que penetra bruscamente
    en mi alma, como un escalofrío,
    y se marcha de repente.

    Una extraña sensación,
    pues de sentirte a perderte
    han transcurrido segundos...

    ...y no encuentro aquel mensaje
    que dejaste en las estrellas.

    Si te cuento cuál fustrante
    fue mi forma de chocar
    con la cruda realidad
    de no tenerte; de pensar
    que mis años invertidos
    en buscarte, sin motivo,
    entre todos los luceros
    que habitaban en el cielo
    no era más que una utopía,
    me creerías. De verdad
    que me creerías. Te lloré...

    ...y las gotas me sirvieron de epitafio.

    Te dedico cada anónima lágrima
    que por ti he derramado,
    y por ti derramaré eternamente.

    Soy consciente que he volado
    lo más alto que he podido,
    pues debajo de mis pies
    se encuentran todos los astros
    de este cielo tan vacío.
    De un cielo tan apagado
    que en su noche me he perdido.

    Aún así, entre cenizas,
    sigo observando a tus ojos.
    Y el calor de tu mirada
    ya derrite, poco a poco,
    a la piedra que tengo por corazón.


    Un vacío, dos puntos de vista.


    Podrás sobrar en la vida,
    como sobran los guijarros
    en la arena de la playa;
    como las gotas de lluvia
    en dantescas tempestades;
    como un halo de luz
    a las doce, al mediodía;
    o la más lejana estrella
    que se apaga a medianoche.


    Pero digo, si te marchas,
    que tus pasos dejarán
    un gran vacío, tan oculto
    sobre mí como notable;
    como una pieza que falta
    en un puzle terminado;
    como una tilde puesta
    en lugar equivocado
    o esa nota malsonante
    en la prima melodía
    que se escapa del piano.

    Tras de ti, iré a tu lado.


    Aún


    Aún podría dibujarte con mis dedos
    y quedarme abrazado a tu silueta;
    y apagar mis sollozos invernales,
    con la piel de tu dulce primavera.


    Aún observo los espejos, por si acaso
    te encontraras donde no pudiera verte,
    porque siento tus caricias
    al ocaso de mi espalda,
    y mis labios sin poder corresponderte.


    Quizás sobran los motivos
    que tuvimos al querernos,
    pero faltan tus abrazos, tus susurros...
    ... y los besos emotivos que me dabas,
    pues perdura tu vacío sobre mi cama
    y mis llantos en este hostil invierno.


    Aún podría dibujarte con mis dedos
    tan despacio, que hasta siento que te acercas
    y me abrazas, me susurras...
    ... y me llamas con tus besos,
    y por eso, no percibo que te alejas.


    El espejo de pared.


    En la esquina del espejo de pared
    gateaba desde niño mi reflejo,
    y mis manos se posaban en su tez
    con las ganas de soñar con ser más viejo.

    Hoy el tiempo ha pasado por tu tacto
    y las grietas asoman por tu pellejo.
    Las vivencias escondidas por tu pacto
    de silencio marcó al mundo con tu dejo.

    Desde siempre te creí el depositario
    de las almas de los que te contemplaban.
    Hoy tus grietas me demuestran lo contrario.

    Pues tú eras solamente el escenario
    donde todos a su alma hallar ansiaban.
    Y mi alma tiene en mí su santuario.


    Cuento de hadas.

    A tus pies caigo rendido
    porque desde que te conocí
    me administras la esperanza
    en dosis tan pequeñitas
    que se me torna imposible olvidarte.

    Ante
    el deseo de buscarte,
    tu virtud de encontrarme
    en ese momento preciso
    en el que te necesito:
    a todas horas del día.

    Bajo la luz de la luna,
    porque hoy es luna llena,
    he pronunciado tu nombre,
    por si el eco de mi voz
    te llegara a través de las estrellas.

    Cabe pensar que necesito
    amarte cada día con más fuerza.
    No me dejes que te ame,
    porque el amor crea locos
    y yo quisiera vivir cuerdo
    eternamente, entre tus labios.

    Con ansiedad, a tus besos
    me agarro, por miedo a caer.
    Mas si caigo en la razón,
    otra vez, con recordarte me basta.
    Porque estás en mi memoria.


    Contra toda posibilidad
    de equivocarme, te quiero.
    Pues la huella de tus ojos
    perforó mi corazón.
    Aunque no sentí dolor,
    pues detrás de tu mirada
    está el opio del afecto.
    Pero ello no me basta,
    y ahora busco un sentimiento
    que solo tus besos pueden darme.

    De buscarlos, los encontré.
    Mi tozudez pudo sobre mí.
    Y mis ganas por saber de su sabor
    me llevaron a emprender este camino.

    Desde el fondo de tus ojos
    inicié esta mental travesía,
    odisea hacia lo desconocido.
    Promesa por conocer.

    En la morada del cielo
    pasé, pero allí no te encontré
    porque ya te habías ido,
    sabiendo que mi voz ya te buscaba
    desde aquella luna llena.


    Entre las olas del mar,
    navegué por tempestades,
    por aguas calmas también.
    Aunque tu voz retumbaba
    en la palma de mis manos,
    pues sentía su calor, te perdí.
    Mas no quise desistir.

    Hacia el fondo del océano,
    arrojé mis lágrimas,
    que se fundieron con el agua
    y se hicieron tan oscuras
    como la noche aterciopelada.

    Hasta encontrar a tus labios
    dediqué toda mi vida.
    La esperanza que me diste
    mantuvieron a mis ganas,
    y todavía dispongo
    de mi otra media vida


    para poder disfrutarlos.
    ¿Quién lo diría?
    Media vida dedicada a ti,
    y la otra media también.
    Sin saber muy bien por qué
    me siento tan vacío
    como el viento del desierto
    si no estás.

    Por siempre jamás,
    te amaré. Te amaré
    para siempre.


    Según tengo entendido,
    el amor no entiende de razones,
    ni tampoco de motivos,
    solo de impulsos.
    Y mi impulso hacia ti
    cada día va creciendo.

    Sin ti me vuelvo loco.
    Definitivamente he rodado
    hacia la trampa de tu amor.
    Cual campesino enfermado
    con la fiebre de tu oro.
    Conscientemente inconsciente.

    So pena de caer, deambulo
    entre los márgenes de mi destino,
    deseando alguna vez salirme de él
    y encontrarme con el tuyo.
    Aunque eso es imposible.

    Sobre la cuerda de mis sueños
    mi ilusión pende de un hilo
    atado, en un extremo a ti,
    y en el otro, a mi corazón.

    Tras la marca de tus pasos
    pisan mis pies,
    intentando no borrarlos.
    ¡Quién sabe si algún día necesito
    retroceder al pasado
    para hallarte en el futuro!
    Peores cosas se han visto.

    Durante toda la eternidad
    te amaré. Te amaré
    eternamente.

    Mediante el motor de mi deseo.



    ~

    MEMENTO

    A tus pies caigo rendido
    ante el deseo de buscarte
    bajo la luz de la luna.

    Cabe pensar que necesito
    con ansiedad a tus besos,
    contra toda posibilidad
    de buscarlos, los encontré:

    Desde el fondo de tus ojos,
    en la morada del cielo,
    entre las olas del mar,
    hacia el fondo del océano.
    Hasta encontrar a tus labios
    para poder disfrutarlos
    por siempre jamás.

    Según tengo entendido,
    sin ti me vuelvo loco.
    So pena de caer, deambulo
    sobre la cuerda de mis sueños
    tras la marca de tus pasos.
    Durante toda la eternidad
    Mediante el motor de mi deseo.


    TK


    Déjame deslizar sobre tu cuello cada una de estas palabras que, como líquidas, se derraman por los ojos de mi corazón y se filtran por los dedos de mis manos.

    Déjales saborear su minuto de gloria, pues precisamente saben que están llamando tu atención:

    " Te quiero...

    ... porque te quiero decir
    que muere mi alegría,
    sin tus motivos.

    ... porque te quiero decir
    que duermen mis ilusiones
    intentando buscarte,
    en el mundo paralelo de los sueños,
    porque ahí tienen algo de valor.
    Donde ahí estoy dormido.

    ... porque te quiero decir
    que mi corazón piensa bombear
    cada gota de tu sangre,
    y mi cerebro ansía descubrir
    por tus sentidos
    cada atisbo de locura
    que me invade a tu lado.

    ... porque te quiero decir
    que te quiero,
    y sin embargo no dejo de pensar
    en la manera de decírtelo
    sin que puedas darte cuenta,
    sin que puedas ser consciente
    de lo que te necesito...

    ... porque te quiero."

    "Stop motion"






    El vapor almizclado de la noche,
    bombillas de bajo consumo
    y un ojo pálido que, a ratos
    me observa boquiabierto,
    a ratos, boquicerrado.
    O quizás me guiña una sonrisa
    o una cara de tristeza,
    ¡Qué se yo!

    Sólo sé que no dejo de mirar al cielo.
    Si dejara de contemplarlo
    me quedaría huérfano de ti.

    Todavía creo en la ilusión
    de vender mis sentimientos,
    a la primera estrella fugaz
    que se cruce en mi camino.
    Alma de niño. Alma de idiota.

    De escapar entre nubes algodón,
    con el sigilo del crepúsculo...

    ...para mezclarme de lleno
    en los cabellos del día,
    que son de negro azabache,
    como los tuyos.

    ...para caer derecho a tus brazos
    como una gota de lluvia.
    Precipitarme al vacío de tu piel,
    que, sin embargo, me llena tanto.

    Aquí arriba sólo puedo observarte
    desde otro punto de vista,
    mas nunca podría imaginarte
    de una forma diferente
    a como ahora te imagino.
    Lo contrario sería hacer creer
    a mi personalidad que no soy yo.

    Quizás tenga la intención
    de quedarme aquí para siempre.
    Y es que hay esperanza
    suficiente como para no perderla,
    y suficientes deseos
    para ti y para mí.

    ¿Te apuntas?

    Así dejo de mirar al cielo
    cuando está todo perdido.


    El báculo.


    El báculo
    sobre el que
    me apoyo
    se está clavando
    en mis manos.
    La sangre
    que se derrama
    me recuerda
    que el dolor
    puede ser
    tan efímero
    como mis intenciones
    por olvidarte.

    Sin embargo,
    el peso de la vida
    cede sobre
    el terreno
    por el que
    estoy pisando.
    Hasta que
    me devore el suelo
    y me ahogue
    en su tierra,
    seguiré luchando
    por vivir.

    Quizás se rompa
    este báculo
    de sueños e ideales.
    Y es que el barro
    lo ha pulido,
    lo ha dejado
    tan frágil
    como el límpido
    cristalino
    de tus ojos.

    Y tan afilado
    e inciso
    como espada
    de Damocles.
    Que amenaza
    con caer
    sobre mi cabeza,
    pretende romperse
    entre mis manos,
    y dejarme caer al vacío
    de la otra cara de la vida.
    ------------------------ Allí, donde no tiene sentido ------------------------
    -------------------------- el esfuerzo realizado -------------------------
    ------------------------ en este mundo. --------------------------
    ---------------------- Así sea. -------------------------
    ----------------------------

    5 sentidos y un dolor.


    Se despertó el cuco del reloj
    que marca las horas muertas.
    Su canto, morfina del ambiente,
    adormece hasta a mi adrenalina.

    Se despertó en la cerilla la llama,
    y se propagó al oscuro ambiente.
    Su chispa, llamó la atención
    a esta negra oscuridad.
    Me impedía ver más allá
    de lo que pudiera imaginarme.

    Se despertó el áspero placer
    de palpar sentimientos enfrentados.
    La inocencia se casó con la maldad.
    Y la locura se encauzó
    a una vida más sensata.
    Pues se quedó sin amor
    al que poder desear.

    Se despertó el olor a cautivar
    un amor de nueva etapa,
    como un soplo de aire fresco
    que entra por la ventana
    y que embriaga la casa,
    se presenta esta extraña sensación.

    Así como despertó el instinto
    de buscarle paladar al corazón,
    Pues se pierde sápidos recuerdos
    que de otra forma no podría captar.

    Y de los cinco sentidos
    me faltaría el dolor,
    que permanece dormido
    en algún rincón perdido
    de este inhóspito lugar.

    Anhelo de amor eterno.


    Atrapado en el ocaso del tiempo
    está aquel anhelo de amor eterno
    que un día arrojé al vacío.
    Pensando que nunca más tendría
    la oportunidad de utilizarlo.

    Ojalá pudiera, sin embargo,
    arrojarme a aquel lugar,
    donde el eco de mi alma
    todavía retumba su caída,
    donde las flores no crecen
    ni tampoco se podrían
    marchitar porque no hay vida.
    Y poder recuperarlo.

    Porque ahora, más que nunca,
    necesito su rescoldo.
    Porque ahora, más que nunca
    le encontré el significado
    que tanto tiempo busqué.

    Aquella exhalación iba cargada
    de más de lo que imaginaba
    encontrar en este mundo,
    y de lo que jamás pudiera imaginarme:
    Amor eterno. Y por eso lo tiré.

    Porque nunca pensé que existiera.
    Por la extraña convicción de que así
    podría olvidar falsas expectativas
    de encontrar a alguien como tú.
    Y sin querer, te he encontrado.

    Necesito rescatarme de tus brazos,
    porque mi sentido se ha perdido
    en cada parte de tu piel.

    Como perdida está mi mente
    por buscar aquel suspiro
    que quisiera presentarte
    como el más puro regalo
    que mi mente fabricara
    para alguien como tú.

    Porque de querer diría
    que me disfrazo a tu lado.
    Mas detrás de ese antifaz
    me encuentro yo, y la fe
    de que en tu corazón reside
    el amor más genuino
    que jamás pude encontrar.

    Ansío con rescatar
    mi anhelo de amor eterno
    porque tú y solo tú, te lo mereces.


    El juego del sol y la luna.

    "Lo que convierte la vida en una bendición no es hacer lo que nos gusta,
    sino que nos guste lo que hacemos." (Johann W. GOETHE)
    ----

    Hoy me he fijado que el sol
    llora lágrimas de fuego
    por encontrar a la luna.

    Porque están predestinados
    a un amor tan eterno
    como eterna su soledad.

    Me he fijado que el sol
    solo tiene media alma
    y su otra media, la luna.

    Y cualquiera no creería
    en su pasión, salvo yo,
    que la vivo intensamente.

    Sólo por eso, mi amor
    querría jugar su juego
    para poder encontrarte,
    aunque fuera un instante,
    en dos momentos del día:

    En medio de aquel segundo
    más rosa del amanecer
    y más rojo de la tarde.

    El disfraz del optimista.


    "Un drogadicto con alma asceta".
    Así podría definir a mi paciencia,
    pues tiene mono de ti; y de la voz
    de la impaciencia nacen mis ganas.

    Mi corazón espera la dosis exacta
    de cada una de tus palabras.
    Pues llora por cada palabra tuya
    como lloran en el cielo los cometas,
    como impregan con su aroma
    las estrellas a esta noche estrellada.

    Con la misma determinación
    que la gotas suicidas de lluvia
    al caer de las nubes al vacío,
    quiere mi corazón llenarse de ti,
    y de esa extraña sensación
    de tenerte entre mis brazos.

    A las puertas de mi imaginación
    y sin miedo al rechazo de acogida,
    se presenta hoy mi mente con la atroz
    cantinela de que no debo olvidarte.

    Y convence a mi conciencia
    tan desmedida en reparos,
    que parece esa joven que de pasión
    besa al aire, como se sueña besar
    a un amor desconocido,
    cuando se está enamorado.


    Porque me enseñaste que la vida puede ser
    tan maravillosa como uno quiera.

    Va por ti, abuela.


    Deseo

    deseo.(Del lat. desidĭum). 1. m. Movimiento afectivo hacia algo que se apetece. 2. m. Acción y efecto de desear. 3. m. Objeto de deseo. 4. m. Impulso, excitación venérea. arder en ~s de algo.1. loc. verb. Anhelarlo con vehemencia.


    Ojalá que mis palabras marquen tu piel
    de una forma tan secreta
    como me besan tus manos.

    Espero que me perdones,
    pero quiero demostrarte que te quiero.
    Aunque esto se me antoja como un proyecto
    inalcanzable, de palabras irreales de un sueño
    que nunca llegará a hacerse realidad.

    Pero ardo en el deseo de quererte,
    porque mis ojos ya no cesan
    de observarte con vehemencia
    desde que conoció a los tuyos.

    Lo que existe más allá de tus pupilas
    te hace ser tan diferente
    del resto de las personas
    que mueve mi deseo por vivir...
    Y si puede ser, a tu lado.

    ¿Por qué se afana mi mente
    en ganarle al corazón
    en esta lucha sin sentido
    desde que estás tu presente?

    No dejo de ser consciente
    más no sé lo que me pasa
    cada vez que estoy contigo.

    La sonrisa se me antoja
    como mi mejor forma de agradecerte
    el tiempo que me dedicas.
    Por eso no dejo de sonreírte
    cuando estoy cerca de ti.

    Más allá de mi forma de sentirte
    está el deseo de esperarte,
    como esperé desde la primera vez.

    (Necesito más hojas en mi calendario
    para poder arrancarlas.)

    Aún todavía deseo a tus caricias;
    y que se transformen en latidos,
    tan necesarios para mi vida
    como esta felicidad que me invade.

    Estoy feliz, ¿y tú?
    El pálpito, que es mi deseo,
    hace sentirme vivo.



    Telegrama.


    La Realidad es aquello que,
    incluso aunque dejes de creer en ello,
    sigue existiendo y no desaparece.

    Philip K. Dick


    [...]

    No me pidas que me marche de tus sueños,
    cuando allí jamás estuve, ni nunca los conocí.

    Ni tampoco que te espere en el silencio,
    cuando sabes que mi cuerpo
    nunca cesa de gritar que te desea.

    El esfuerzo de borrarte de mi mente
    es un lujo que no puede permitirse
    ahora mismo mi autoestima.

    No compongo estos versos para ti,
    porque tú no necesitas como yo esta poesía.

    Mi perfil más egoísta solo escribe para mí,
    pues indujo a mi lado generoso al suicido.
    Y con él se me esfumó toda forma de quererte,
    toda forma de pensar que me querías,
    además del pedazo de pasión que reservaba,
    esperando regalártelo algún día.

    Ese día que, por cierto, no ha llegado.

    [...]

    Hasta amarte sin mesura.


    Hoy no quiero otra cosa que ofrecer
    a tu mirada la mejor de mis sonrisas.
    Solamente una sola, pero la mejor.
    Tarde o temprano, lento o deprisa,
    alcanzaré con ella lo profundo de tu ser...

    Abriré tu corazón y muy dentro guardaré
    mis más profundos sentimientos...
    Abrazaré a tu pasión de modo suave,
    respirando ese olor acafeinado que rezuma
    tantas veces cada uno de los poros de tu piel...
    Excitando poco a poco a mi cordura...

    Sé que sobran las palabras que te digo.
    Imagina ahora todo lo que nunca te diría.
    No lo hagas si rehuyes la locura.

    Mas por eso te dedico la mejor de mis sonrisas.
    Esperando con anhelo que comprendas
    Solamente lo que más necesito decirte.
    Una cosa simplemente: no te olvido.
    Reconozco que quisiera entregar
    a tu mirada cada una de las partes de mi vida,

    (último verso atrapado en el acróstico)