En la esquina del espejo de pared
gateaba desde niño mi reflejo,
y mis manos se posaban en su tez
con las ganas de soñar con ser más viejo.
Hoy el tiempo ha pasado por tu tacto
y las grietas asoman por tu pellejo.
Las vivencias escondidas por tu pacto
de silencio marcó al mundo con tu dejo.
Desde siempre te creí el depositario
de las almas de los que te contemplaban.
Hoy tus grietas me demuestran lo contrario.
Pues tú eras solamente el escenario
donde todos a su alma hallar ansiaban.
Y mi alma tiene en mí su santuario.
gateaba desde niño mi reflejo,
y mis manos se posaban en su tez
con las ganas de soñar con ser más viejo.
Hoy el tiempo ha pasado por tu tacto
y las grietas asoman por tu pellejo.
Las vivencias escondidas por tu pacto
de silencio marcó al mundo con tu dejo.
Desde siempre te creí el depositario
de las almas de los que te contemplaban.
Hoy tus grietas me demuestran lo contrario.
Pues tú eras solamente el escenario
donde todos a su alma hallar ansiaban.
Y mi alma tiene en mí su santuario.
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