En un suspiró creció,
todo el calor que fraguó,
cada emoción tan sincera.
En un momento se fue,
ni siquiera dijo adiós,
toda fe a mis maneras.
Y mi corazón chocó,
y profundo se clavó,
en tus sangrantes espinas.
Pues eres rosa de amor,
delicada y bella flor,
que me atrapaste la vida.